Y listo. He sonreído. A pesar de todo lo que me está pasando y tener ganas de explotar a llorar por un motivo o por otro, sé que puedo sacar una sonrisa para no hacerle daño a las personas a las que quiero y me quieren, para no hacerles sentir mal o estar tristes porque lo esté yo. Porque yo soy una persona diferente al resto, que sí, que tengo amigos, y los tengo de verdad, porque son esos amigos que me dicen: si tú te ríes, me río contigo, si tú lloras, lloraré contigo. Por eso prefiero llorar cuando estoy sola en mi casa, dejándome influenciar por una canción con la que me siente identificada. Salgo al mundo y le sonrío para ver sonreír a mi gente, a mis amigos porque sé que si estoy seria no me lo voy a pasar bien. Es lógico, que los mejores momentos de mi vida los he pasado sintiéndome feliz, estando contenta, y como últimamente la razón por la que lloro es echar de menos algo, quiero sentirme bien conmigo misma y volver a repetir momentos inolvidables.

No hay comentarios:
Publicar un comentario